La Junta de Andalucía quiere que las piscinas públicas y comunitarias que se encuentran en urbanizaciones cerradas, puedan abrir a partir del 25 de mayo. Siempre que se cumplan los requisitos para que las provincias en las que se encuentren pasen a la fase dos de la llamadada desescalada, cuyo inicio está programado para la mencionada fecha. Lo ha explicado este miércoles el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en la rueda de prensa posterior a la reunión que ha mantenido el gabinete de crisis de la Junta que sigue la evolución de la pandemia.
Aguirre se ha basado para su solicitud en el informe que presentó la semana pasada el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), y en el que se analiza el riesgo de contagio del coronavirus a través del agua. Una posibilidad catalogada por los científicos como «improbable». «El CSIC dice medianamente claro que las piscinas no son un foco de contagio a nivel de coronavirus, máxime cuando el agua está clorada», ha expresado Aguirre.
Este paso también resulta de vital importancia para el sector turístico de la provincia, ya que permitiría que los hoteles puedan ofrecer sus piscinas a los clientes. Sobre todo en los establecimientos de los municipios costeros, estas infraestructuras son clave para poder pensar en recuperar a algunos turistas.
A pesar de esta voluntad, el consejero ha insistido en que para ello es necesario que se cumplan los requisitos necesarios. Eso significa que Málaga tendría que pasar a partir del 25 de mayo a la fase dos del llamado plan de desescalada diseñado por el Gobierno. ¿Es posible aunque aún se encuentre en la fase cero? Sí. Aunque entre fase y fase se ha establecido una ventana de dos semanas para observar la evolución de los contagios, coincidiendo con el tiempo entre incubación del virus y la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad, Málaga se podría poner a la par con otras provincias, aunque sólo haya permanecido una semana en la fase uno.
De esta manera, la apertura de las piscinas podría coincidir con el de las playas. El ejecutivo andaluz quiere que éstas vuelvan a estar disponibles para el ciudadanos, también, a partir del 25 de mayo. Hasta ahora, el baño está restringido, en teoría, a nadadores federados. Eso no ha evitado, sin embargo, que estos días se haya podido observar a lo largo del litoral malagueño como algunas personas se han adentrado al baño durante las horas estipuladas para el paseo.
Las comunidades de vecinos necesitan certidumbre para saber si pueden poner en marcha o no las respectivas contrataciones que requiere una piscina comunitaria. Además de los trabajos de puesta a punto, se incluye aquí la contratación de socorristas. En circunstancias normales, ya estaría todo listo para que las piscinas pudieran abrir a lo largo del mes de junio.
El presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga, Alejandro Pestaña, ha reiterado a este periódico que ya se han establecido contactos con responsables de la consejería para conocer qué protocolos de seguridad habría que seguir. Porque una cosa está clara, tanto para el baño en la playa o las piscinas. Las normas higiénicas y de distanciamiento social se tendrán que aplicar también a este terreno.
En el caso de las piscinas municipales, que se reparten en localidades a lo largo de toda la provincia, la apertura depende de los respectivos ayuntamientos. Aunque éstos también necesitarán la autorización del Gobierno central para plantear la temporada de baño de este verano.
Fuente: diariosur