En esta ocasión desde Makropiscinas vamos a explicar cómo limpiar la célula de un clorador salino en el caso de que el sistema autolimpiable del mismo no sea suficiente para limpiarla totalmente.
En algunos casos la cal u otros minerales se acumulan sobre los electrodos, formando sedimentos que cubren las placas metálicas, disminuyendo la producción de cloro, y el sistema de limpieza automático del clorador no es capaz de limpiar totalmente la célula.
En piscinas con el agua dura, sobre todo si se usa agua de pozo, la cal y otros minerales se adhieren rápidamente a los electrodos de la célula cloradora.
En estos casos hay que revisarla periódicamente y limpiarla cuando sea necesario. Tienes que desmontar la célula e intentar limpiarla solamente con agua, para evitar su corrosión y la perdida de conductividad de la misma.
Para desmontar la célula desconecta la luz eléctrica para detener el equipo de filtración de la piscina y el sistema de clorador salino.
Cierra todas las válvulas del equipo de filtración (fondo, skimmers, impulsores, barredera…). Coloca la válvula selectora del filtro en posición cerrado.
Desmonta la célula electrolítica. Para ello tendrás que desenroscar la tuerca de cierre y sacar el paquete de electrodos.
Según la marca y el modelo del clorador, tendrás que extraer el electrodo del vaso de electrolisis y sumergirlo en un recipiente que contenga agua, o si no es extraíble, añadir agua al vaso.
Si el agua por sí sola no es suficiente, habrá que preparar un recipiente con ocho partes de agua y una de ácido (el líquido reductor de pH o limpiadores de células son los productos aconsejables), y sumergir la célula durante tres o cuatro minutos. El ácido atacará rápidamente a la cal, deshaciéndola.
La limpieza con ácido debe hacerse en casos muy puntuales, para evitar que las placas se desgasten. En el momento que pierdan su baño protector, se dañarán en poco tiempo, y no son nada baratas.
El uso, por ejemplo, de ácido clorhídrico, o sulfúrico sin más, sin rebajarlo con agua, para limpiar las placas de las electrolisis, las daña irreversiblemente. Las superficies de las placas son de metales especiales (titanio, rubidio….) y se ven atacadas por estos ácidos de forma corrosiva.
Cuando termines, enjuaga la célula con agua limpia. Si después de la limpieza ves que todavía queda algún resto puntual, repite el procedimiento pero en menor tiempo.
Nunca raspes ni cepilles la superficie de las placas de titanio de la célula ni utilices elementos metálicos, ya que podrías estropear las placas y dejar la célula inservible.
Cuando tengas la célula limpia, móntala de nuevo en el vaso de la electrolisis, o como dijimos antes, si no se extrae del vaso, depende de la marca, monta el vaso y coloca la tuerca de cierre y electrodos en su posición original.
Abre las válvulas del equipo de filtración a su posición habitual (filtrado) y comprueba que no hayan fugas de agua en el vaso de la electrolisis.
Vuelve a conectar la luz eléctrica para poner en marcha el equipo de filtración. Comprueba que el clorador funciona correctamente.
Como habréis podido comprobar, es una tarea bastante sencilla en principio y que podéis realizar vosotros mismos. Pero en el caso de que necesitéis ayuda, no dudéis en contactar con el servicio técnico de Makropiscinas. Disponemos tanto de los productos adecuados así como de profesionales totalmente cualificados para realizar dicha tarea, además somos servicio técnico autorizado de Zodiac en Sevilla.
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